Caliente caliente

Hola Rosa, a pesar de que no llueve voy a pisar otro charco de esos en los que me meto sin ninguna necesidad y es que, tras la dimisión de Pedro Sánchez, a quien defendí por considerar que era su hora, su momento y su oportunidad no me resisto a escribir sobre el momento y la oportunidad de la misma, su dimisión, y es que aún considerándola una decisión personal, más o menos acertada, creo que se hace flaco favor a sí mismo anunciando su, más que probable, presentación para las primarias de su partido.

No sé que editorial puede tener los derechos para la edición del libro sobre “El Principio de Peter”, pero sea cual fuere, debería lanzar una reedición, aunque sea abreviada, y regalársela a cada uno de los miembros dirigentes del Partido Socialista Obrero Español, PSOE de forma abreviada, para que se lo leyeran, lo consultaran con un psiquiatra y que este, el psiquiatra, les ayudara a tomar una determinación, a ser posible, acertada. Es que no dan ni una. Y si la hace abreviada para los miembros de la gestora, los barones y el propio Sánchez, que no abrevie nada, no sea cosa que el punto que abrevie, sea el que les hace falta.

La trituradora gobernante del PSOE ha puesto, una vez más, a su partido contra las cuerdas y, sin darse cuenta de ello, ha reiniciado el proceso de pérdida de votos que hace años inició, no voy a indicar el momento para no herir susceptibilidades y que sus actuales dirigentes han continuado, con Pedro Sánchez incluido, dado que tras dos elecciones su mérito principal ha sido ir perdiendo votos a cada paso y con su decisión ensangrentar, aún más, las moquetas de Ferraz en cuyas paredes no sé si figurarán las grandes personalidades del partido o las victimas que sus dirigentes han ido dejando a lo largo de su historia. Y por cierto Pedro segundas partes nunca fueron buenas, a pesar de los cantos de sirena.

Hace unos cuantos años, cuando en este país se temía por el sistema democrático, una amiga me regaló un calendario, que todavía guardo dentro del diccionario de ese idioma que nunca he conseguido aprender que es el inglés, digo pues que me regaló un calendario de un tal Pablo Iglesias y desde ese momento con el ejemplo de mi amiga y mi interés personal me empezó a caer bien el Partido Socialista y su ideología, se le veía como un partido fuerte, con ideas claras, decidido y decisorio, sin embargo su trayectoria ha sido la que es y su situación la que podemos comprobar.

Que la decisión tomada está produciendo daño en la filas socialistas, es innegable. Que su determinación, probablemente, sea la menos mala de las posibles, creo que sí. Pero ¿Quién ha llevado al partido hasta este punto? Es indudable que las opiniones serán diversas y variadas y que lo que uno piensa como consecuencia, lo tendrá otro como solución, pero eso, lo de siempre, entre todos lo mataron y………..

El Partido Socialista tiene tres meses para estar en el rincón de pensar y tres meses para encontrar el camino para hacerle frente a su principal adversario que no es otro que las formaciones que se sitúan a su izquierda, las cuales, ahora, querían aupar a la presidencia a quien hace unos meses dejaron compuesto y sin novi@, insultaron y que ha sido uno de los causantes externos de su situación y que no es otro, por si no lo has averiguado todavía, que la formación de Podemos y más detalladamente, su equipo dirigente.


El fundador del Partido Socialista, Pablo Iglesias, fundó un partido con unos ideales y con el objetivo de mejorar la sociedad, unos ideales que se organizaron hace ciento treinta y siete años con la finalidad de buscar un mundo mejor, el otro, Pablo Manuel responde a unos intereses bien concretos que pronto podremos ver y que se esconden tras un populismo, un posturéo y una estrategia de marketing, que ya quisieran para sí los restantes partidos políticos. Si se dedicara a vender escobas, sería el número uno.

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